“El cierzo resquebraja las arcillas,
aprieta y endurece las tierras de labranza,
encrespa el agua en las esclusas; deja
azadones clavados, arados inertes
en el campo. Si alguien sale por leña
o anda con fatiga o se detiene
aterido en capuchones o pelerinas,
aprieta los dientes. Lo que reina en la estancia
es el silencio del testigo mudo
de la nieve, de la lluvia, del humo,
de la inmovilidad del mudamiento.
Estoy aquí, echando al fuego
piñas de pino; tiendo el oído
al bramar de las ventanas, sin ansia
ni calma. Tú, que por vieja promesa
llegas y ocupas el lugar
que dejó el sufrimiento,
no desesperes de mí o de ti […]”.
Así describe el invierno y la soledad, en este fragmento traducido por Guillermo Fernández del poema “Como tú quieres”, el poeta italiano Mario Luzi, cuyo libro Doctrina del extremo principiante tal vez sea una de las más interesantes novedades presentadas en la Feria Internacional del Libro de Cuenca (FILCUE) de este año.
Por la misma feria han pasado también otros hijos del cierzo, como Ignacio Martínez de Pisón (ayer viernes 2 a las 11:30 en Tarancón, y a las 18:00 en la Plaza de España de Cuenca) y la que esto escribe, que firmará entre las cinco y las siete de la tarde, hoy, sábado día 3.
Hijos del cierzo es el título de varias obras literarias y no literarias, entre otras la publicación colectiva de narradores aragoneses como Ramón Acín y otros en 1998, o la del músico y poeta de Calatayud Ángel Petisme; pero es también el nombre de un vino a base de uvas garnacha y syrah de las bodegas Borsao. Brindemos por la literatura y por la tierra curtidas por el viento, como en este poema de Luzi donde “el cierzo resquebraja las arcillas, aprieta y endurece las tierras de labranza, encrespa el agua en las esclusas”.
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